COMO DESARROLLAR EL PENSAMIENTO SISTEMATICA Y LA VISION HISTOLOGICA



INTRODUCCION

En la administración de empresas, el pensamiento sistémico y la visión histórica emergen como dos pilares fundamentales que sostienen el edificio del éxito empresarial. En un entorno empresarial cada vez más complejo y dinámico, aquellos que pueden abrazar estas perspectivas tienen una ventaja significativa para navegar por los desafíos y las oportunidades que se presentan.

El pensamiento sistémico, una habilidad cognitiva esencial, invita a los líderes empresariales a trascender la mentalidad reduccionista y a adoptar una visión holística de sus organizaciones. En lugar de ver cada departamento, proceso o empleado como entidades aisladas, el enfoque sistémico reconoce la interconexión y la interdependencia de todas las partes. Desde la cadena de suministro hasta la cadena de valor, comprender cómo cada componente interactúa y afecta al conjunto es crucial para optimizar el rendimiento y la eficiencia de la empresa en su conjunto.

Por otro lado, la visión histórica ofrece una perspectiva invaluable sobre el camino recorrido por las empresas a lo largo del tiempo. Al estudiar los hitos y los tropiezos de compañías anteriores, los líderes empresariales pueden extraer lecciones valiosas que informen sus decisiones presentes y futuras. Además, comprender la evolución de los mercados, las tendencias económicas y las estrategias empresariales a lo largo de la historia proporciona una base sólida para anticipar cambios y adaptarse proactivamente a un entorno empresarial en constante cambio.

En este blog, exploraremos en detalle cómo desarrollar el pensamiento sistémico y la visión histórica en el contexto de la administración de empresas. Desde la aplicación de herramientas de análisis de sistemas hasta el estudio de casos emblemáticos de éxito y fracaso empresarial, ofreceremos insights prácticos y estrategias tangibles para cultivar estas habilidades críticas en los líderes empresariales del mañana.

Acompáñanos en este emocionante viaje hacia una mente empresarial más sistémica y una comprensión más profunda de la historia empresarial. Juntos, exploraremos cómo estas perspectivas pueden potenciar el rendimiento, la innovación y la sostenibilidad de las organizaciones en un mundo empresarial cada vez más complejo y desafiante. ¡Prepárate para expandir tus horizontes mentales y transformar tu enfoque empresarial!


PASO EN EL TIEMPO

Desde tiempos inmemoriales, se pueden rastrear indicios que revelan el interés del ser humano antiguo por entender la interconexión de todo lo que lo rodea. A través de la escultura, la pintura, la tradición oral y posteriormente la escritura, nuestros ancestros transmitieron la relación intrínseca entre la naturaleza, el ser humano y la vida en comunidad.

A medida que pasaron los años, en el contexto occidental, el enfoque científico y el dogmatismo promovieron una visión fragmentada del mundo, separando la ciencia de la filosofía y profundizando esa división.

Recientemente, ante las limitaciones del paradigma científico, centrado principalmente en la experimentación, surgieron esfuerzos por encontrar nuevas formas de generar conocimiento.

En la primera mitad del siglo XX, gracias a las contribuciones de figuras como Jan Smuts, Norbert Weiner, Shannon y Weaver, Neumann y Morgenstern, se abrió paso a un nuevo enfoque comprensivo: el holismo (del griego "holos", que significa todo o completo), que busca entender la totalidad en lugar de fragmentarla.

A partir de 1968, la Teoría General de los Sistemas propuesta por el biólogo Ludwing Von Bertalanffy (1901-1972) adquirió un interés particular. En esta teoría, se define un sistema como un conjunto de elementos interrelacionados que contribuyen a un objetivo común, destacando que todos los sistemas están compuestos por elementos que interactúan entre sí, creando una red de conexiones entre todo lo que nos rodea.

Por otro lado, aunque a lo largo de la historia ha habido mujeres y hombres de todas las edades que han realizado importantes descubrimientos, no fue hasta la segunda mitad del siglo XX cuando se empezó a reconocer la necesidad de replantear el paradigma educativo. Durante mucho tiempo, la educación se consideraba exclusiva para niños y jóvenes, como lo refleja el propio término "pedagogía", que etimológicamente se refiere a la guía de los niños.

Frente al paradigma educativo que limitaba la educación a ciertas edades y espacios, surgió la idea de la Formación Permanente, que sostiene que el aprendizaje es un proceso que ocurre a lo largo de toda la vida, en cualquier momento y lugar. Reflexionar sobre el pensamiento holístico-sistémico y la formación permanente nos lleva a considerar no solo las múltiples implicaciones cuantitativas de este enfoque, sino también su profunda relevancia cualitativa en todas las actividades que realizamos como individuos.



CONSECUENCIA PRACTICA DEL SISTEMA HISTOLOGICO

Impulsa al individuo a explorar con mayor profundidad de lo habitual. Este primer resultado nos acerca a la idea de educación continua y a uno de sus principios fundamentales: "Todos aprendemos de todos en todo momento, y de todo".

Aprendemos de forma continua porque constantemente establecemos conexiones entre lo que ya sabemos y lo que desconocemos, generando resultados que a su vez pueden relacionarse con otros aspectos en el mismo instante, dando lugar a consecuencias frecuentemente impredecibles.

Hasta hace poco, solíamos concebir nuestros pensamientos y descubrimientos como una secuencia lineal, ya sea horizontal o vertical, uno tras otro. El facilitador del proceso educativo encuentra diversas aplicaciones en su labor. Bertalanffy menciona algunas de las aplicaciones prácticas que, si bien no están directamente relacionadas con la gestión de sistemas, indudablemente mejoran la actividad educativa. Una de ellas es la capacidad para descubrir relaciones en diferentes áreas del conocimiento. Así, mediante el uso dinámico de metáforas y comparaciones, el facilitador enriquece sus recursos educativos, hasta el punto en que posiblemente se encuentre navegando por los océanos de la analogía.

EL RESCATE Y SISTEMATIZACION DE TODAS LAS EXPERIENCIAS DEL INDIVIDUO, ENFOCADAS AL PROCESO EDUCATIVO ES OTRA DE LAS CONSECUENCIAS DEL PENSAMIENTO HOLISTICO

Bajo el esquema educativo convencional, se ve al estudiante como un receptor pasivo de nuevos conocimientos. Sin embargo, desde la perspectiva de la formación continua, el conocimiento no se percibe como una mera acumulación de datos externos al individuo, sino más bien como algo que se integra con su realidad. Además, abarca aspectos que a lo largo del tiempo han sido descuidados o relegados.

Si consideramos que el ser humano es parte de un todo, entonces posee características inherentes a esa totalidad. De igual manera, si el conocimiento del mundo exterior es vasto e ilimitado, lo mismo puede decirse del autoconocimiento.

La historia está repleta de individuos extraordinariamente prolíficos, quienes destacaron tanto en las ciencias exactas como en las humanidades. A menudo se piensa que estos logros son exclusivos de genios o de personas de países desarrollados, pero esto no es necesariamente cierto.

Con el ritmo acelerado de los descubrimientos actuales, la vida parece insuficiente para asimilar y comprender todo lo que la humanidad avanza en un solo día. El individuo contemporáneo se encuentra sumergido en múltiples compromisos en todas las áreas de su vida, por lo que el enfoque holístico se presenta como una gran oportunidad. A través de la integración de redes de información y el conocimiento consolidado, el aprendizaje se convierte en una responsabilidad compartida y solidaria. En este sentido, el progreso del grupo depende tanto de la contribución individual como de la colaboración entre todos sus miembros.


PENSAMIENTO SISTEMATICO

El pensamiento sistémico, también conocido como pensamiento sistemático, es un enfoque conceptual que concibe la realidad como un sistema compuesto por objetos interconectados o subsistemas. Su objetivo es comprender el funcionamiento y las propiedades de estos sistemas para resolver problemas. En términos simples, el pensamiento sistémico prefiere ver la totalidad en lugar de partes aisladas, centrándose en los patrones de funcionamiento y las interrelaciones entre las partes, operando como un sistema.

Esta forma de pensamiento ha sido desarrollada a lo largo de los últimos setenta años y busca facilitar la comprensión y resolución de patrones utilizando conceptos comunes de disciplinas como la ingeniería, la biología o la teoría de sistemas.

El término "pensamiento sistémico" se deriva del concepto de sistema, que se refiere a cualquier conjunto, organismo o segmento de la realidad que puede ser descrito en función de sus componentes y la interacción entre ellos, sin tener en cuenta lo que está fuera de ese sistema.

Los sistemas tienen "entradas" y "salidas" a través de las cuales intercambian información (energía, materia) con su entorno circundante, y dependiendo de la cantidad de este intercambio, pueden clasificarse como sistemas abiertos (intercambio libre) o cerrados (intercambio limitado o nulo).


CARACTERISTICAS DEL PENSAMIENTO SISTEMATICO

El pensamiento sistémico considera los objetos de estudio como sistemas organizados y aplica cuatro principios esenciales:

  1. Principio de jerarquía: Reconoce una estructura vertical dentro de los sistemas, determinando la posición de cada elemento en función de su importancia dentro del sistema, incluso al analizar sistemas compuestos por subsistemas.

  2. Principio de interrelación: Destaca las relaciones entre los elementos dentro de un sistema o entre sistemas diferentes dentro de un mismo contexto superior, identificando polaridades, fuerzas de atracción o repulsión, lo que permite desarrollar una teoría de campo.

  3. Principio de limitación: Reconoce que todo sistema está sujeto a límites y controles que regulan su duración, tamaño, velocidad, alcance y modo de operación.

  4. Principio de equifinalidad: Reconoce que los sistemas pueden alcanzar un mismo objetivo utilizando diferentes mecanismos, siempre y cuando estén orientados hacia el mismo fin

Además, se incluyen otros criterios psicológicos:

  • Las propiedades esenciales de un sistema emergen del conjunto y ninguna parte individual puede poseerlas por sí sola, destacando que un sistema es más que la suma de sus partes.
  • Se enfatiza que el análisis de un sistema debe abordarse desde las perspectivas micro y macro, así como desde los niveles inferiores y superiores.
  • Se reconoce que cada parte del sistema es un patrón insertado en una red de relaciones.
  • Se concibe la realidad como una red de interacciones y relaciones interdependientes.

METODOLOGIA DEL PENSAMIENTO SISTEMATICO


La metodología de este enfoque puede variar ampliamente, pero en términos generales se puede resumir en cuatro etapas esenciales:

  1. Obtener una comprensión holística del sistema y sus componentes.
  2. Analizar las interacciones entre las partes del sistema y su repercusión a largo plazo.
  3. Identificar los (sub)sistemas dinámicos, complejos e interdependientes que son fundamentales para construir modelos útiles en la resolución de problemas.
  4. Identificar tanto indicadores cuantificables como cualitativos para emplear recursos de manera adecuada y obtener conclusiones pertinentes.

ANALISIS CAUSAL


El análisis causal comienza con la identificación de las variables relevantes dentro del sistema en estudio. Estas variables pueden ser factores físicos, biológicos, sociales, económicos, etc. Una herramienta comúnmente utilizada en el análisis causal es el diagrama de causa y efecto, también conocido como diagrama de espina de pescado o diagrama de Ishikawa. Este diagrama visualiza las relaciones entre diferentes variables mediante la representación de las causas potenciales de un problema o resultado en un esquema de ramificaciones. Es importante tener en cuenta que los sistemas reales suelen ser complejos y pueden involucrar retroalimentación y efectos no lineales. Esto significa que los cambios en una variable pueden retroalimentarse para afectar a otras variables, lo que puede dar lugar a resultados inesperados o no intuitivos. El análisis causal debe tener en cuenta esta complejidad y adaptarse en consecuencia.

TEORIA DE SISTEMAS

Un sistema se define como un conjunto de elementos interconectados que trabajan juntos para lograr un objetivo común. Estos elementos pueden ser personas, componentes mecánicos, organismos biológicos, etc. La teoría de sistemas se centra en entender cómo funcionan estos sistemas en su totalidad, en lugar de analizar cada parte de forma aislada.

Principios de los Sistemas:

  • Totalidad: Los sistemas se consideran como entidades completas que son más que la suma de sus partes individuales.
  • Interconexión: Los elementos dentro de un sistema están interconectados y se influyen mutuamente.
  • Jerarquía: Los sistemas pueden estar organizados en diferentes niveles de complejidad, con sub-sistemas dentro de sistemas más grandes.
  • Adaptación: Los sistemas tienen la capacidad de adaptarse y responder a cambios en su entorno.
  • Emergencia: Los sistemas pueden exhibir propiedades emergentes, es decir, características que no pueden ser explicadas por las partes individuales, sino que surgen de las interacciones entre ellas.

3. Tipos de Sistemas:

  • Sistemas Naturales: Como los ecosistemas, los organismos biológicos, etc.
  • Sistemas Artificiales: Como los sistemas de información, sistemas de transporte, etc.
  • Sistemas Sociales: Como organizaciones, comunidades, culturas, etc.

4. Métodos de Análisis:

  • Modelado: Representación simplificada de un sistema que permite comprender su estructura y comportamiento.
  • Simulación: Utilización de modelos para predecir cómo un sistema se comportará en diferentes condiciones.
  • Análisis de Redes: Estudio de las interconexiones entre los elementos de un sistema utilizando herramientas matemáticas y gráficas.
  • Enfoque Holístico: Consideración de todo el sistema en lugar de centrarse únicamente en partes individuales.

CONCLUSIONES

El pensamiento sistémico, como se ha descrito anteriormente, emerge como un enfoque fundamental para comprender y abordar la complejidad inherente a los sistemas en diversos contextos. Su metodología, basada en principios como la visión global, la interconexión de partes, el reconocimiento de la dinámica y la consideración de indicadores, ofrece un marco sólido para el análisis y la resolución de problemas.

Una de las principales fortalezas del pensamiento sistémico radica en su capacidad para trascender las limitaciones del análisis fragmentado, permitiendo una comprensión más profunda de las relaciones entre los elementos de un sistema y sus consecuencias a largo plazo. Al adoptar una perspectiva holística, los practicantes de este enfoque pueden identificar patrones emergentes, entender la naturaleza no lineal de los sistemas y anticipar posibles efectos secundarios o consecuencias no deseadas de las intervenciones.

Además, el reconocimiento de los sistemas como entidades dinámicas y complejas, caracterizadas por la interdependencia y la adaptabilidad, subraya la importancia de construir modelos que capturen esta complejidad de manera efectiva. Esto implica no solo considerar los elementos tangibles de un sistema, sino también los aspectos intangibles, como las relaciones sociales, culturales o emocionales que influyen en su funcionamiento.

Asimismo, la inclusión de indicadores medibles y no medibles en el análisis sistémico amplía el espectro de herramientas disponibles para la toma de decisiones informadas. Esta combinación de enfoques cuantitativos y cualitativos permite una evaluación más completa de la situación, brindando insights que pueden guiar acciones estratégicas con mayor precisión. El pensamiento sistémico ofrece un enfoque integrador y flexible para abordar la complejidad en diferentes ámbitos, desde la gestión empresarial hasta la resolución de problemas sociales o ambientales. Al adoptar este enfoque, los individuos y las organizaciones pueden mejorar su capacidad para comprender, anticipar y gestionar sistemas complejos de manera efectiva, promoviendo así un cambio más sostenible y resiliente en el mundo contemporáneo.


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